miércoles, 21 de marzo de 2018

Jennifer Steinkamp, en Fundación Telefónica

 Video instalación Still_Life 2016

El Espacio Fundación Telefónica presenta “Jennifer Steinkamp. Naturaleza Digital” con cinco video instalaciones de la artista norteamericana pionera en el uso de animación digital, una técnica que incorpora en su obra a finales de los ochenta. La exposición es una selección de su obra donde recrea un universo artificial en 3D de campos de flores y árboles movidos por el viento. La muestra podrá verse en la planta 3 del Espacio del 23 de febrero al 22 de abril.

Experiencia sensorial

Jennifer Steinkamp (Denver, EEUU, 1958) reconocida internacionalmente por sus trabajos realizados en vídeo y con nuevas tecnologías centra su trabajo, desde hace tres décadas, en explorar temas vinculados con la percepción, el movimiento y el espacio.

Steinkamp busca alterar la percepción del espectador, desmaterializar la arquitectura y generar espacios cargados de significado a través de animaciones digitales inspiradas en las formas de la naturaleza., generando entornos inmersivos en los que enfrentar al espectador a experiencias sensoriales de gran intensidad.

Inspiración vegetal

Desde el inicio de su carrera, en los noventa, Steinkamp alterna composiciones abstractas y geométricas con imágenes en las que incorpora elementos que aluden a la naturaleza, la vegetación y el paisaje. Pero no es hasta 2002 con Jimmy Carter cuando su obra da un giro y se centra básicamente en la imaginería vegetal. Desde entonces empieza a desarrollar sus conocidas composiciones con árboles y flores, de carácter más figurativo y realista, algunos de cuyos ejemplos estarán en la exposición.

Entre las 5 videoinstalaciones presentes se encuentra ‘Marie Curie’ (2011), un homenaje a la prestigiosa científica que recibió dos Premios Nobel por sus investigaciones pioneras en el campo de la radioactividad y que era además una amante de la botánica. Steinkamp renderiza en esta obra más de cuarenta tipos de flores y rinde así tributo a la científica al mismo tiempo que nos hace reflexionar sobre los efectos que la energía atómica y las explosiones tienen sobre la naturaleza.

Una de sus piezas más conocidas, también presente en la muestra, es ‘Dervish’ (2004), una obra inspirada en la danza hipnótica de los sacerdotes Mevlavi del Islam que recrea el movimiento de las ramas de los árboles. El movimiento de estos árboles digitales nos habla del poder que la naturaleza ejerce sobre el ser humano y cómo la contemplación de ésta provoca, en ocasiones, un estado de exaltación de los sentidos asociados a la liberación del alma y la comunión con lo divino.