Los estadounidenses más vulnerables están siendo aplastados por las garras de la pobreza, desde los desiertos del suroeste a través del cinturón negro en el Sur, a las, ciudades industriales y postindustriales oxidadas que salpican el Medio Oeste y el Nordeste.
De frontera a frontera, las tasas de alta pobreza han paralizado comunidades enteras, dejando vientres ardiendo con el hambre y la esperanza de mejores días menguantes. La desigualdad de ingresos ha aumentado en las últimas décadas, mientras que la movilidad ascendente ha disminuido. Un pequeño porcentaje de altos ingresos estadounidenses sostienen que la mayoría de la riqueza en este país.
Muy claramente, los ricos se han hecho más ricos y si naces pobre aquí es muy probable que morirás pobre. Los ligeros descensos en la tasa nacional de pobreza han hecho poco para aliviar la difícil situación del día a día de tantos que apenas están rozando la marginalidad.
La tasa de pobreza para los afroamericanos y los hispanos es especialmente cruda, con un 27% y 23,5%, respectivamente, por debajo del umbral de pobreza.
Bajo estas premisas el fotógrafo Matt Black ha recorrido la geografía de la pobreza estadounidense, el pasado verano, en un proyecto que prensenta en la web:
http://www.msnbc.com/interactives/geography-of-poverty/index.html
