Como los discos de vinilos o los primeros sintetiazadores, las máquinas de escribir clásicas tienen un creciente número de nostálgicos seguidores. Artistas, también, han querido rescatar a las antiguas máquinas de escribir de la obsolescencia, como muestra The Art of Typewriting, editado por Thames & Hudson.
En una exhaustiva compilación se reunen trabajos de 200 artistas que convirtieron sus máquinas de escribir en instrumentos de creación visual. Desde la primera pieza conocida, una mariposa compuesta de distintos caracteres, hecha por Flora Stacey, una secretaria británica, en 1898 — hasta las poesías visuales de Yoko Ono. Una compilación de los archivos del Sackner Archive of Visual and Concrete Poetry, la colección mundial más grande de esta clase de archivos fundada por Marvin y Ruth Sackner.
