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Esta retrospectiva se propone revisar una "obra maestra" innegable, ahora inseparable de la que formó. Debido a que el proyecto de Jeff Koons es principalmente comentario, historia y un sueño americano. Un trabajo pragmático y decididamente positivo, un desafío alegre en un mundo de altibajos, sin duda, una visión lúdica, pero más subversiva de lo que parece y que su autor se cuida de decir. En estrecha relación con su práctica, Jeff Koons lo hará, sobre unos treinta y cinco años, más de una vez en los titulares. Los primeros objetos decididamente infantiles con figuras arquetípicas en acero policromado de pie en las instituciones públicas y las fundaciones privadas, las imágenes publicitarias transformadas en cuadros con regalos de empresa se convierten en los trofeos de las mejores subastas, anuncios para "clases magistrales" con satisfacción niños atentos en revistas de arte con imágenes pornográficas carne, para el artista, "el amor y la espiritualidad", la obra de Koons nunca dejaron de cuestionar el juicio y gusto y estimular el deseo de afirmar su valor icónico y simbólico.
Es la primera retrospectiva europea de Jeff Koons en el Centro Pompidou. Debe mostrar al visitante que el artista ha continuado, durante un trabajo obsesivo, asociando los artesanos y fabricantes para lograr técnicamente aún piezas más ambiciosas. Las primeras ensamblajes buscando una síntesis entre el pop y el minimalismo con moldes de yeso decoraciones adornadas para parques y jardines, Koons ha querido inscribir su proyeceto al hilo de séries pues los motivos hablaban a todos para intentar reconciliar el arte moderno y la cultura popular en una celebración de contrarios al fin reunidos.. (...)
(Bernard Blistène, director del museo nacional de arte moderno)
Centro Pompidou, Paris, hasta el 27 de abril de 2015
https://www.centrepompidou.fr